El embalaje alimentario biodegradable está diseñado para descomponerse de forma natural en componentes inofensivos, reduciendo los residuos en vertederos y la contaminación ambiental. Incluye materiales como PLA, PHA o polímeros basados en almidón que se descomponen bajo condiciones específicas. Nuestra empresa desarrolla soluciones de embalaje biodegradable que mantienen la funcionalidad, como propiedades barrera para conservar la frescura, garantizando al mismo tiempo el cumplimiento de normas como la EN 13432 sobre compostabilidad. Nos centramos en aplicaciones como bolsas para frutas o recipientes para comida para llevar, utilizando tecnologías que mejoran la durabilidad sin sacrificar la amigabilidad con el medio ambiente. La personalización permite impresiones con tintas ecológicas y diseños que facilitan la descomposición, y realizamos pruebas para verificar el rendimiento en condiciones reales. Nuestra I+D explora mezclas con fibras naturales para mejorar la resistencia y las tasas de degradación, y asesoramos a los clientes sobre los métodos adecuados de eliminación. Con experiencia global, nos adaptamos a la infraestructura regional, como instalaciones industriales de compostaje, y ofrecemos un servicio integral desde la selección de materiales hasta la producción. Este enfoque apoya la transición hacia economías circulares, alineándose con la demanda de los consumidores por opciones sostenibles.